Para calcular la cantidad de calor necesario para elevar la temperatura del plomo, utilizaremos la fórmula del calor específico, que está dada por:

\[ Q = m \cdot c_e \cdot (t_2 – t_1) \]

Recordemos qué significa cada término de la expresión:
– \( Q \) es la cantidad de calor,
– \( m \) es la masa del material (en este caso, plomo),
– \( c_e \) es el calor específico del material, y
– \( (t_2 – t_1) \) es la variación de temperatura.

Dado que la masa del plomo es de 200 g (o 0.2 kg), el calor específico del plomo (\( c_e \)) es de 125 J/(kg ⋅ K), y la variación de temperatura (\( t_2 – t_1 \)) es de 80 °C – 20 °C = 60 K, simplemente sustituimos estos valores en la fórmula.

\[ Q = 0.2 \, \text{kg} \cdot 125 \, \text{J/(kg ⋅ K)} \cdot 60 \, \text{K} \]

\[ Q = 0.2 \, \text{kg} \cdot 125 \, \text{J/(kg ⋅ K)} \cdot 60 \, \text{K} \]
\[ Q = 1500 \, \text{J} \]

Por lo tanto, la cantidad de calor necesaria para elevar la temperatura de 200 g de plomo desde 20 °C hasta 80 °C es de 1500 J.