El hidróxido de zinc (Zn(OH)₂) es un compuesto inorgánico formado por zinc y grupos hidroxilo. Se presenta como un polvo blanco o cristales incoloros con una estructura cristalina. A nivel molecular, cada ion de zinc está rodeado por seis grupos hidroxilo, formando una estructura sólida en forma de cristal. En cuanto a sus propiedades físicas, el hidróxido de zinc es insoluble en agua y tiene una baja solubilidad en ácidos.

En cuanto a sus aplicaciones, el hidróxido de zinc es un compuesto versátil con múltiples aplicaciones en diversas industrias debido a sus propiedades únicas:

1. Industria Cosmética: Se utiliza en la fabricación de cremas solares y protectores solares debido a su capacidad para proteger la piel de los daños causados por los rayos ultravioleta.
2. Industria Farmacéutica: Es empleado en la producción de productos farmacéuticos, como ungüentos y cremas, para tratar afecciones de la piel como el acné y las quemaduras.
3. Industria Alimentaria: Se utiliza como aditivo en la fabricación de suplementos dietéticos y productos fortificados.
4. Cuidado Personal: Su capacidad como agente antibacteriano y antifúngico lo hace útil en la fabricación de productos de cuidado personal, como desodorantes y pastas de dientes.
5. Industria de Pinturas y Recubrimientos: Se emplea en la producción de pinturas y recubrimientos anticorrosivos debido a su capacidad para proteger metales de la corrosión.

En cuanto a su toxicidad, el hidróxido de zinc no es considerado altamente tóxico en su forma pura. Sin embargo, la inhalación de polvo de hidróxido de zinc puede causar irritación en las vías respiratorias. Además, la exposición prolongada a altas concentraciones puede causar efectos adversos en la salud. Es importante manipular este compuesto con precaución y en un entorno bien ventilado.

En definitiva, el hidróxido de zinc es un compuesto versátil con una amplia gama de aplicaciones industriales y propiedades beneficiosas, aunque se debe tener en cuenta su potencial toxicidad y manejarlo con cuidado.